Bromea con mis sentimientos y déjame llorando, haber si te sientes mejor así, cambiando de opinión a cada rato, sigue jugando a ver si consigues hacerme reir, hombre maduro, según tú. Ya no tienes quince años, ¿entiendes? eres un hombre adulto que todavía no sabe resolver sus conflictos y crea problemas imaginarios, exige lo que no sabe, como las mujeres que tienen pensamientos mágicos, aun esperas que sea yo quien decida por ti.
Yo no tengo la paciencia de estar con alguien que no sabe lo que quiere. Pero aun te amo, y lo sabes, ese es mi gran error, y mi gran esperanza.
Yo sólo quiero un poco de paz a tu lado, para vencer las guerras que tu mismo inventas, por que a mi ya no se me ocurre nada más para crear que un futuro contigo.
martes, 14 de julio de 2009
sábado, 11 de julio de 2009
Mis ojos antes tenían un mundo cada uno. Ahora son fríos, como vidrios: veo el mundo tras una ventana; antes podía vivir el mundo en las entrañas, lo tocaba...lo sentía...
Quizas Dios debió colocarme en un bello libro de tapas púrpuras y no en el mundo. Quizás Dios espera que sepa para qué me creó, y simplemente no lo sé y espero una señal divina que nunca llegará.
Quizas Dios debió colocarme en un bello libro de tapas púrpuras y no en el mundo. Quizás Dios espera que sepa para qué me creó, y simplemente no lo sé y espero una señal divina que nunca llegará.
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[lo que pasea por mi cabeza]
jueves, 9 de julio de 2009
El embrujo de tus ojos me ha quitado el sueño...te encuentro hasta en mis pesadillas, y ya no quiero más, porque si he de temer de algo, es de seguir así, buscando la absurda manera de verte, sin que lo quieras, buscando que de algún modo la vida nos junte para volver a comenzar.
Ya no quiero luchar con esto que me absorve, dame una tregua y sólo ámame, sin pensar en nada más, ni en las culpas, ni los prejuicios...
Ayúdame a respirar, porque quiero concentrarme en tí y tu sonrisa, y no en cuántas inspiraciones tengo por minuto.
Hazme un favor: si quieres continuar, no des pie atrás, de lo contrario, déjame tratar de olvidar, y no caigas en bajezas.
Ya no quiero luchar con esto que me absorve, dame una tregua y sólo ámame, sin pensar en nada más, ni en las culpas, ni los prejuicios...
Ayúdame a respirar, porque quiero concentrarme en tí y tu sonrisa, y no en cuántas inspiraciones tengo por minuto.
Hazme un favor: si quieres continuar, no des pie atrás, de lo contrario, déjame tratar de olvidar, y no caigas en bajezas.
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