domingo, 7 de octubre de 2007

Florecita Rockera [Aterciopelados]


Cómo echarte flores
si eres un jardín
con esos olores
me siento morir.

Florecita rockera tú te lo buscaste
por despertar mi pasión
encendiste mi hoguera
no tienes perdón
te pondré en una matera.

Cómo darte besos
mi flor de alhelí
con esos colores
yo palidecí.

Cómo trasplantarte
a mi corazón
cómo no cortarte
desde la raíz.

Mira que tu tienes el candor
a flor de piel
y además siempre estás
fresca como una lechuga.

Soy el picaflor
que chupará toda tu miel,
soy el picaflor
que chupará toda tu miel,
soy el picaflor.

Florecita rockera
tu te lo buscaste por
despertar mi pasión
encendiste mi hoguera
no tienes perdón
te pondré en una matera

María Derrumba mi Rumba [La Mano Ajena]


Rostro de rosa pálida
de follaje tierno
el embrujo de tus ojos
me ha nublado el cielo.

Candil, en tus senos se extinguió mi voz,
morí en tus pétalos de ciruelo en flor.

Mi rumba amor
ay! no, no me consuela
con cada copa rota
lloro mi condena
y empuño tu nombre que llevo clava'o en el corazón.

María, morena María
María, ojos negros María
María, te quiero María.

viernes, 5 de octubre de 2007

El Tiempo se acabó

Te ví por la ventana, te hice señas de "espera" y corrí una escalera.
Me divertí en el camino, pensando qué haría contigo, pasé al baño a arreglarme para tí y acomodar el regalo que te tenía.
Bajé lentamente la escalera otra vez, para que la espera te hiciera ansias de mi.
Y cuando llegué abajo cerré los ojos y salí corriendo.
¡Qué ridícula!. En tu lugar sólo había una carta que decía: "Te esperé eternidades y mientras me deshacía en ansias, hubo alguien que me armó de nuevo con las caricias que tú no me diste".

Prohibido

Esas cosquillas que me dan cuando me miras,
cuando te acercas mudo, sin decir palabras,
y yo tampoco puedo decir mas nada,
y por eso, mi cerebro estalla pensando mil cosas y situaciones,
buscando la forma de arrancar de tí aunque estés en todas partes,
buscándome, porque tu mirada es un espejo de la mia,
sientes lo mismo y debo huir, escapar de esa boca que me hace burla
de no ser para más que mirarla.

Y trabajas conmigo, tan profesional,
tan capaz de todo, tan creador de mundos ficticios en tu cabeza,
tan vulgar a mis suspiros, instantáneo a mis cariños.
Siempre atento a lo que busco
a lo que quiero.

Si tan sólo leyeras mi mente un segundo
¿qué harías?
creo que tambien saldrías de inmediato de mi vista,
porque sabrías que si te acercas demasiado
mi corazón moriría de una taquicardia explosiva
porque mi cuerpo herido ya no aguanta bruscas sorpresas.

Si detrás de ese "cómo estás" hubiera un te quiero
que no es de amigos, podría estar segura de abrazarme fielmente de tu espalda
y no pensar en nada del mundo hasta siempre por los siglos de los siglos.
Pero nada de eso, pues, tan hermoso
como lo es verte caminar por ahí
siempre donde voy, no se debe.

Me quedo abrazándote y luchando conmigo misma
antes de dañar al resto.

Me escondo en el sonrojo de mis mejillas
y en el rubor de tu carita sonriente,
aun cuando me gustaría esconderme en tus abrazos de niño.

Quizás en un futuro, quizás algún día te lo diga.
Quizás cuando nada de esto exista
o se haya extinguido el sol de tu cabello.

martes, 2 de octubre de 2007

Cómo transplantarte a mi corazón

Si fuera de verdad una florecita rockera como alguna vez me escribiste, esa olvidada en el viejo hotel, la que colocara la música en esos lugares que pisan las huellas aterradas. Esa que cortas para darme cuando me miras fijo.

Esa florcita que mataron, o la que anda de mano en mano de tu carne, no importa como le llamen, no importa como le miren.

Si esa flor fuese yo, podria tener colores preciosos y luminosos, florecería en primavera y en el polen desparramado en el movimiento de mis pétalos de ciruelo, suavemente, se disiparían muchos amores, muchos recuerdos mirando por la ventana. Se irían, por ejemplo oscuras piedras de mi vida, y alejarse de mi corazoncito parchado, con ese observador mágico que no habla con palabras, podria fugarse ese corazon, o rematarse, buscar una alternativa, poner este corazón en venta.

Si supieras al ritmo que corren mis pensamientos no entenderías en qué minuto pienso. Porque quien entienda el completo significado de esta obra no diría ni una sola sílaba de comentario.

Si me entregaras cada día un pedacito de esa flor que yo fuera, recogido por allí, botado por la calle, entre las hojitas de un árbol, o las plumas de un ave.

Si dieras la última flor de tu vida para mí, o la última flor en tu vida a mí, podría quizás florecer.