domingo, 25 de agosto de 2013



Por eso es que usamos lápices rápidos:
porque avanzan carcomiéndolo todo.
Las ideas, ¡las benditas! ideas corren como luces,
son tan volátiles y escasas, que pocas veces abundan.
No hay pluma que las alcance…son agua.
No hay hadas más rápidas, ni luciérnagas perpetuas,
las alcanzo y se escabullen; se fragmentan, se transforman.
Se olvidan.
Ni siquiera las teclas caminan pensando en lamer
las acaloradas nubes que lo evangelizan todo.
Santifican.
Egoístas.
Imploran otros caminos y otras lenguas.

1 comentario:

Unknown dijo...

lo ajeno......
¿para qué sirve el tiempo sin intención?
los días son segundos en una válvula mitral que funciona a destiempo y animosidad
¿cuando caminaremos al despertar, para ver al nuevo sol brillar?, y así dejar nuestras sombras donde deben estar.