domingo, 22 de septiembre de 2013

Del debut de tus pupilas se desprende
como humo inadecuado, una caricia
que me aisla como viento a otros pasajes,
que me toma sin temores, sin más prisa.

Disfuncional y tan exacto como voces,
como cuerdas erigidas que me asfixian.
He ahí nuestro asunto con los dioses:
nos apuntan, nos critican, nos castigan.


Sin temor a ser un "algo relativo"
cuan norma basada en cosas muertas.
Me mientes y te creo...eres prohibido;
nos redirige nuestro beso tras las puertas.

¿Qué me hablan de pasiones o de amores?
Ni siquiera habrán sentido sus esencias.
Esos labios tan sublimes como el yodo
empalidecen y sonrojan como absenta.

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