viernes, 5 de octubre de 2007

Prohibido

Esas cosquillas que me dan cuando me miras,
cuando te acercas mudo, sin decir palabras,
y yo tampoco puedo decir mas nada,
y por eso, mi cerebro estalla pensando mil cosas y situaciones,
buscando la forma de arrancar de tí aunque estés en todas partes,
buscándome, porque tu mirada es un espejo de la mia,
sientes lo mismo y debo huir, escapar de esa boca que me hace burla
de no ser para más que mirarla.

Y trabajas conmigo, tan profesional,
tan capaz de todo, tan creador de mundos ficticios en tu cabeza,
tan vulgar a mis suspiros, instantáneo a mis cariños.
Siempre atento a lo que busco
a lo que quiero.

Si tan sólo leyeras mi mente un segundo
¿qué harías?
creo que tambien saldrías de inmediato de mi vista,
porque sabrías que si te acercas demasiado
mi corazón moriría de una taquicardia explosiva
porque mi cuerpo herido ya no aguanta bruscas sorpresas.

Si detrás de ese "cómo estás" hubiera un te quiero
que no es de amigos, podría estar segura de abrazarme fielmente de tu espalda
y no pensar en nada del mundo hasta siempre por los siglos de los siglos.
Pero nada de eso, pues, tan hermoso
como lo es verte caminar por ahí
siempre donde voy, no se debe.

Me quedo abrazándote y luchando conmigo misma
antes de dañar al resto.

Me escondo en el sonrojo de mis mejillas
y en el rubor de tu carita sonriente,
aun cuando me gustaría esconderme en tus abrazos de niño.

Quizás en un futuro, quizás algún día te lo diga.
Quizás cuando nada de esto exista
o se haya extinguido el sol de tu cabello.

No hay comentarios: