martes, 7 de agosto de 2007

¡Odio a mis vecinos!

Cuatro y media de la madrugada de un miércoles de agosto y los gritos no me dejan dormir.

Son mis vecinos celebrando que el hijo menor de la familia de al lado salió de la cárcel.

Cinco y cuarto de la madrugada, mismo día. Otra vez los gritos y la primera quebrazón de botellas.

Un cuarto para las seis y despierto de nuevo. El griterío de una mujer ebria me hace mirar por la ventana.

Se trata de la vecina de la tercera casa, quejándose porque el marido le miro las piernas y le dio un agarrón a la de la quinta casucha de la vuelta. Comienza a pegarle bruscamente al marido, cuando se levanta el borrachito José y defiende a su sobrina.

Mientras tanto, el ex convicto, revienta una botella de vino en la ventana, como si esta fuera una señal para que todos tomaran lo que fuere y comenzaran a sacarse la cresta unos con otros.

Dos minutos mas tarde, el lloriqueo de los cabros chicos moquillentos.

Cinco para las seis, un sobresalto repentino, como el sonido de disparos, y el inmediato silencio, me lleva otra vez a la ventana:

Se ve un tipo todo ensangrentado, y el recién llegado con una pistola en la mano.

No pasan cinco segundos y marco el número de la ambulancia y de los pacos, cuando siento otro bochinche afuera. Esta vez era el amigo del finadito que vocifera incendiar la casa de los abuelitos del criminal y un par de portazos indica que debo marcar de nuevo el número que me faltaba: bomberos.

Seis y cuarto, dos heridos en la calle por el arma de un bravucón y el fósforo alcanzo la cortina de la ventana rota en la casa de los inocentes abuelos.

Un par de minutos mas tarde, se oyen las sirenas tantas noches escuchadas.

Seis treinta, muchos detenidos, varios heridos, un muerto y una fatalidad mayor evitada, me levanto para ir a trabajar, y en todas partes me preguntan por que odio a mis vecinos.

1 comentario:

V í k t o r dijo...

Jaja Qué Vecinos...

Me Gusta Como Escribes, Saludos